Samuel Navalón inaugura la Puerta Grande en Albacete; Molina se queda a las puertas y Fortes emociona tras un susto

La Feria Taurina de Albacete 2025 ya tiene su primer protagonista: Samuel Navalón abrió la Puerta Grande en una tarde con sabor, emoción y una gran entrada en los tendidos. El valenciano dejó lo más destacado con un toreo al natural de alta calidad y un valor sereno frente a los toros de Conde de Mayalde, una corrida seria y noble en su conjunto.

Navalón firmó su obra más completa frente al tercero de la tarde, al que saludó con una portagayola de alto voltaje antes de templar a la verónica. Ya con la muleta, arrancó en el centro del ruedo con cambiados por la espalda que levantaron al público, y después bordó el toreo al natural, profundo y con personalidad. Se metió entre los pitones con determinación, pero un pinchazo previo a la estocada redujo el premio a una oreja que supo a dos.

No se conformó el joven espada y en el sexto volvió a la carga, de rodillas para recibirlo con dos largas cambiadas. Bajo la lluvia, apretó el acelerador en terrenos comprometidos, y con otra oreja consiguió abrir de par en par la Puerta Grande, la primera de este ciclo.

Molina, por su parte, cuajó una tarde de entrega y temple. Cortó una oreja al segundo tras una faena limpia por el pitón derecho y una estocada efectiva. Su gran momento llegó con el quinto, donde brilló su toreo natural, pleno de compromiso y gusto. Todo apuntaba a un triunfo mayor, pero los fallos con la espada le negaron la salida en hombros.

El gran susto lo protagonizó Fortes en el cuarto, cuando al recibirlo a portagayola el toro lo prendió con violencia, dejándolo magullado y aturdido. El malagueño, sin embargo, regresó al ruedo con una entereza ejemplar. Pese a que su lote resultó el más deslucido, rubricó su esfuerzo con una estocada de ley que le valió una oreja. Con el primero, poco pudo hacer ante la falta de fuerzas del animal.

En definitiva, una tarde vibrante en Albacete: Navalón se doctoró como primer triunfador de la feria, Molina acarició la gloria y Fortes dejó una lección de pundonor que emocionó a la afición.