Manuel Caballero y Aarón Palacio, a hombros en la segunda de Albacete

El nombre propio de la tarde fue el de Aarón Palacio, que reaparecía en Albacete con una actuación de peso. Su gran obra llegó frente al quinto, al que toreó con profundidad y ligazón, firmando muletazos de mucha personalidad que calaron en el público. Una estocada efectiva rubricó la faena y le abrió el camino de las dos orejas. Con el segundo ya había mostrado disposición y entrega, recibiéndolo de rodillas con dos largas cambiadas, aunque el novillo, falto de opciones, no permitió mayor premio.

Manuel Caballero confirmó una vez más que es un novillero maduro y listo para la alternativa. El albaceteño paseó una oreja de cada ejemplar de su lote, destacando por su firmeza, por su empeño en hacer el toreo clásico y por su eficacia con la espada, con dos estocadas que fueron de efectos rápidos.

La tarde tenía un sabor especial para Nicolás Cortijo, que hacía su debut con picadores. De rodillas en la puerta de chiqueros recibió al tercero de la tarde, dejando verónicas de buen trazo antes de que el animal se viniera abajo tras el paso por el caballo. Su mejor oportunidad llegó con el sexto, un novillo de calidad pero justo de raza. Cortijo lo intentó con actitud y seriedad, logrando una oreja del tercero y perdiendo con el acero una Puerta Grande que parecía al alcance de la mano.

En definitiva, una novillada de Montealto, bien presentada y con juego desigual, que dejó a Caballero y Palacio en hombros, y a Cortijo con el reconocimiento de una afición que lo vio dispuesto en su estreno.