Diego Ventura arrasa en Albacete con cuatro orejas y una tarde histórica de rejoneo

La séptima de abono en Albacete quedó marcada por el nombre propio de Diego Ventura, que ofreció una auténtica exhibición de poderío, temple y entrega. El rejoneador portugués cortó cuatro orejas tras dos actuaciones que levantaron a la plaza entera, emocionada ante el dominio absoluto y la conexión con el público.

Su primera gran obra llegó frente al segundo de la tarde, un ejemplar con movilidad y nobleza de Los Espartales, al que Ventura entendió desde el inicio. Con quiebros ajustados y espectaculares banderillas al quiebro, hizo vibrar a los aficionados hasta culminar con un certero rejón de muerte que le valió las dos primeras orejas.

Pero lo mejor aún estaba por llegar. En el quinto firmó una de esas faenas que quedarán en la memoria colectiva: variedad, precisión y emoción desbordada. Cada encuentro con el toro fue creciendo en intensidad hasta desembocar en una obra que parecía escapar de cualquier descripción. El doble trofeo fue de ley y con él, la Puerta Grande asegurada.

El festejo tuvo también el protagonismo de Sergio Galán, que dejó una de las faenas más completas de la tarde frente al cuarto. El rejón de muerte le privó de un premio mayor, aunque el público reconoció su esfuerzo con ovaciones en sus dos actuaciones.

Por su parte, Lea Vicens mostró disposición y entrega. Sus dos faenas tuvieron pasajes de gran conexión con los tendidos, aunque la falta de acierto con el acero redujo la posibilidad de trofeos. Pese a ello, la francesa volvió a demostrar su personalidad y su capacidad para mantener al público metido en la lidia.

La corrida de Los Espartales resultó un conjunto más que interesante, con toros bien presentados, serios y de juego variado, que dieron opciones a los tres rejoneadores.

Con esta tarde, Albacete confirma de nuevo su condición de plaza clave para el toreo a caballo, mientras Ventura consolida su estatus como número uno indiscutible.